Sortilegios planetarios

EL SEPTENARIO

”En la mano derecha de Aquel que estaba sentado en el trono vi un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Vi también a un ángel poderoso que anunciaba a gran voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos?»… Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra”. — Revelaciones 5:1-2-6

Los sortilegios planetarios representan la armonía entre lo humano y lo cósmico, pues cada planeta encarna un impulso astral anímico y psicológico de transformación personal. El siete se entiende como combinaciones simbólicas: 5+2 (espíritu polarizado), 3+4 (idea materializada) y 1+6 (voluntad en armonía). En la práctica mágica, trabajar con los planetas permite dirigir la energía hacia áreas concretas: Venus para el amor y la belleza, Júpiter para la prosperidad y expansión, Saturno para la disciplina y el orden, entre otros. Así, el siete se convierte en una llave para alinear los deseos del mago con las fuerzas universales.

Seres Planetarios

Cada planeta posee entidades específicas que reflejan su naturaleza y atributos, incluyendo arcángeles, espíritus y gobernantes celestiales, cuya influencia se proyecta en distintos planos de la realidad.
Los siete planetas tradicionales —Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno— poseen arcángeles y espíritus subordinados que representan sus características principales. Estas entidades intervienen en áreas concretas de la vida:
Saturno: firmeza, disciplina, justicia y protección.
Júpiter: riqueza, honor, conciliación y prosperidad.
Marte: fuerza, triunfo, defensa y victoria sobre enemigos.
Sol: gloria, poder, éxito y reconocimiento.
Venus: amor, armonía, fertilidad y relaciones pacíficas.
Mercurio: inteligencia, memoria, comunicación y adivinación.
Luna: salud, seguridad, armonía emocional y protección.
Los arcángeles supervisan a los espíritus subordinados, asegurando que la energía se canalice de manera correcta y armoniosa.

Práctica y Ejemplos

El trabajo con los planetas combina sortilegios, invocación y evocación, siguiendo las correspondencias de tiempo, metal, color, plantas y minerales. Cada planeta refleja su esencia en objetos y acciones, por lo que elegirlos correctamente intensifica su influencia.
Talismanes: se utilizan metales, piedras o plantas afines al planeta, como hierro para Marte, plata y artemisia para Venus, oro para el Sol, plomo para Saturno.
Trabajo ritual: invocación de arcángeles y espíritus del planeta en momentos astrológicos favorables, para protección, armonía o efectos concretos.
Correspondencias y efectos: combinar distintos objetos del mismo planeta amplifica su influencia; los planetas actúan como intermediarios entre el mundo divino y el material, manifestando virtudes y cualidades específicas.
En resumen, la magia planetaria no se limita a la observación: el mago puede transformar la influencia celestial en resultados concretos en el mundo material, respetando los ciclos naturales de nacimiento, cambio y renovación.

Conexión con el Plano Astral

Los planetas y sus espíritus operan principalmente en el plano astral, donde las energías psíquicas y arquetípicas se conectan con la conciencia humana. Mediante el estudio de los ciclos planetarios, la correspondencia de signos y de los ingredientes, y la correcta consagración, el mago puede dinamizar su voluntad, sincronizarse con las influencias cósmicas y aplicar sus efectos en los tres reinos: mineral, vegetal y animal.

Conclusión

A diferencia de los seres elementales, que actúan directamente sobre el mundo físico únicamente en su elemento particular, los espíritus planetarios influyen sobre la voluntad, el carácter y el destino, conectando al mago con las fuerzas cósmicas. La práctica de los sortilegios planetarios permite armonizarse con los ciclos del universo, obtener protección, prosperidad, conocimiento y bienestar, siempre con respeto y comprensión de la jerarquía espiritual y astral.