Liberación

LIMPIEZA ESPIRITUAL

La acción de influencias oscuras sobre el ser humano suele manifestarse en forma de perturbaciones interiores que afectan tanto a la mente como al cuerpo. Estos efectos pueden expresarse como angustia persistente, debilitamiento de la vitalidad, pensamientos obsesivos o desarreglos emocionales sin causa aparente. Aunque la imaginación del brujo, alimentada por quimeras y ritos desordenados, carezca de un conocimiento claro de lo que produce, la sugestión y la condensación de energías psíquicas son capaces de alterar el equilibrio vital de quienes permanecen vulnerables.
Frente a ello, la liberación de una persona no depende de ritos complicados ni de fórmulas supersticiosas, sino de una obra consciente de fortalecimiento interior. El desembrujamiento consiste en devolver al individuo la claridad mental, el dominio de sí mismo y la energía espiritual necesaria para resistir cualquier sugestión hostil. La persona, al recuperar la firmeza de su voluntad, neutraliza de raíz la acción de toda influencia extraña, pues ninguna sombra puede penetrar en un espíritu que ha despertado su luz propia.
Este proceso implica también la purificación de los pensamientos, el cultivo de sentimientos elevados y la disciplina de los hábitos cotidianos. Cuando la mente se orienta hacia lo noble y lo verdadero, la atmósfera interior se transforma en una muralla impenetrable. La confianza en la vida, la fe en la fuerza interior y la práctica consciente de la autodisciplina constituyen las herramientas más seguras para restituir la armonía del alma. Así, el desembrujamiento no es un acto externo, sino la afirmación victoriosa de la libertad interior frente a cualquier poder ilusorio.