RECURSOS MÁGICOS
«Toma también de las especias más finas: de mirra fluida, 500 siclos (5.7 kilos); de canela aromática, la mitad, 250; y de caña aromática, 250… Y harás con ello el aceite de la santa unción, mezcla de perfume, obra de perfumador. Será aceite de santa unción… Y con él ungirás la tienda de reunión y el arca del testimonio, la mesa y todos sus utensilios, el candelabro y sus utensilios, el altar del incienso, el altar del holocausto y todos sus utensilios, la pila y su base.». — Éxodo 30:23-25-26-27-28-29

A Haitian voodoo altar, fecha desconocida. Altar ritual con diversos objetos simbólicos y representaciones religiosas. Horniman Museum, Londres / Foto: Heini Schneebeli / Bridgeman Images.
HERRAMIENTAS
Aunque un mago genuino puede actuar únicamente por sus propios poderes, el uso de herramientas mágicas potencia su eficacia y facilita la conexión con fuerzas superiores. Los instrumentos ceremoniales —varitas, pentáculos, copas, cuchillos rituales y otros— simbolizan leyes, virtudes y facultades espirituales, y permiten al operador concentrarse y canalizar su intención de manera más precisa. Cada instrumento, al ser consagrado y cargado para un propósito específico, mantiene su energía incluso tras largos períodos sin uso, siempre que sea manejado con respeto y atención.
El mago debe prepararse mediante limpieza mental, meditación y oración antes de emplear cualquier herramienta. Esto asegura calma, concentración y alineación con los principios superiores que cada instrumento representa. Durante los rituales, el contacto con los instrumentos permite al magista traer a su conciencia las facultades simbolizadas, logrando resultados sin depender únicamente de su fuerza personal. La correcta utilización incrementa la fe, la voluntad y la capacidad de influir sobre fuerzas y seres mediante la intención consciente.
INGREDIENTES
Los ingredientes —materiales sólidos, líquidos o aéreos— funcionan como condensadores fluídicos que almacenan y transmiten energías astrales, elementales o incluso del plano del Akasha. No todos los objetos o sustancias son aptos para acumular energía; los adecuados se clasifican en tres grupos principales: sólidos, que conservan energía de manera duradera; líquidos, que facilitan la transmisión y consagración de fuerzas; y aéreos, que permiten la concentración de energías sutiles y su interacción con los planos superiores.
La magia práctica exige que estos ingredientes sean elegidos y preparados con intención y cuidado. Mediante la imaginación y la voluntad del operador, los condensadores fluídicos absorben, concentran y proyectan las fuerzas necesarias para los rituales. Así, los ingredientes y herramientas funcionan como un sistema complementario: mientras las herramientas dirigen y simbolizan el poder, los ingredientes lo almacenan y amplifican, asegurando que el magista actúe con eficacia, precisión y respeto hacia las leyes superiores.